miércoles, 22 de octubre de 2008

Presentación, Trabajo, Orientación

Un amigo llamado David Londoño está iniciando una interesante investigación a través de unas entre-vistas. Aquí aparece su primera pregunta y mi respuesta.


Pregunta
Para empezar me gustaria que te presentaras. y que hablaras de tu trabajo y tu orientacion. Si es posible me gustaria que describieras como ves hoy la evolucion de tu trabajo y de tu orientacion.


Respuesta

Para comenzar está muy interesante en tu mensaje el término ENTRE VISTAS

Una presentación
mi nombre es Favio Giovanny Moreno, soy deseo de paz y gracia, soy un ser humano al que en este momento le despierta muchas reflexiones y silencios el plan de presentarse, como de interrogantes, de alternativas fugaces de identidad que no me llegan a tocar por entero el corazón.
Saber qué o quién soy es una pregunta abierta para mí.
Mis movimientos actuales en el mundo son primero los tiempos que comparto con los seres más cercanos a mí [una serie especial consiste en el cultivo de un buen encuentro con un ser llamado Lula], la búsqueda de un ingreso que me permita subsistir y colaborar con la economía de mi casa, es la búsqueda de un escenario académico para estudiar Bioética, de un escenario académico o informal de docencia, la búsqueda de un espacio propicio para atender como terapeuta, los silencios a solas dedicados a sentir y saber la actualidad.
Hoy en día mi mente está sensible principalmente al modo en que se orienta en mí el trabajo terapéutico, en conocer e involucrarme con el campo teórico de la bioética, pensar cuál es mi orientación respecto al tejido de lo vivo en este mundo.
Deseo la música, estarla escuchando, recordando, tarareando, bailando, tocando la guitarra.
También puedo decir que dedico un buen tiempo de mi vida actual a leer, y reservó un tiempo diario a la práctica del Go.

Trabajo y orientación
la pregunta anterior me ha implicado una inversión significativa de energía, me encuentro contento con la respuesta.

La idea de evolución me despierta alguna reserva o escepticismo. He ido por un camino que ha ido haciéndose, se ha ido haciendo un trayecto que no se si progresa o evoluciona.
Lo que si observo es que cada vez hablo más de algo original, como que cada vez puedo hablar de mi experiencia y en un lenguaje propio.

El "trabajo" al que me referiré será el de la terapia, el otro "trabajo" al que creo estar dedicado es el de la enseñanza. Ha sido para mi, la Terapia, un trabajo que incluye experiencias y teorizaciones, incluye los tiempos de las sesiones y las vivencias afuera pero relativas a esas sesiones como recuerdos, reflexiones, meditaciones, insights, afeccciones, expectativas, alistamientos, acuerdos de citas, etc. Y por otra parte los tiempos de conceptualización de esas experiencias, del modo en que se dan, de quién soy ahí, de que cuentan y teorizan otros que se dedican a oficios semejantes (que no son todos los que llaman su trabajo Terapia o Psicoterapia, sólo algunos semejantes).

Trabajo en Terapia desde el segundo semestre del año 1999, cuando atendí por primera vez como terapeuta a una persona. Luego tuve una experiencia como terapeuta practicante en un Hospital en la ciudad de Zipaquirá, en el primer semestre del año 2001. Luego comencé a consultas de manera independiente desde el segundo semestre del año 2001, así hasta la actualidad. [Una breve experiencia como co-terapeuta en terapia familiar en el primer semestre del año 2003]

En cuanto a la trayectoria mi orientación puedo describirla así

1999 - 2001 Mi orientación estaba enmarcada en el acercamiento centrado en la persona, tanto en el modo de entender al consultante y a mi mismo como persona (desde el concepto rogeriano de persona), como en el modo de entender la relación terapéutica para Rogers (referenciado especialmente por la formulación de El Camino del Ser) y también en que consiste lo terapéutico y para qué la terapia.
Aparecieron leves conexiones teóricas con el concepto de mimesis de Jerome Bruner en mi orientación, pero la formulación era toda desde ahí, desde Rogers.

2001 En la experiencia en Zipaquirá se despertaron inconformidades con la formulación de Rogers tanto del concepto de Persona, como del concepto de Relación Terapéutica, por muchos sucesos y experiencias que no podía "ver" desde esa postura y que me era más fácil entender, pensar, desde las teorías de la Realidad, la Comunicación y la Terapia como conversación inspiradas en el paradigma construccionista social. Sin embargo otras experiencias transcurrían sin poder ser nombradas o integradas conceptualmente. Por ejemplo
1. encontrarme constantemente atento a escuchar ciertos detalles de la experiencia (que por momentos podía integrar al interés en la escucha por parte de Rogers y a ciertas reseñas de algunas experiencias de Tom Andersen en terapìa, algunas tmabién de Harlene Anderson, pero que no tenían que ver con el centro de sus discursos construccionistas, sino que eran como "independientes" de esas teorizaciones)

2. a que se crearan en mi ciertas imágenes o "pinturas" que me sentía muy provocado a brindar al consultante a veces sin clara razón de ser.

2003 La casi negación o al menos indiferencia del construccionismo acerca de la Experiencia Interior fue un factor determinante para alejarme de ese paradigma. Y por aquella época comencé a sentir cada vez más simpatía (y seducción) por las incomprensibles (para mi) pero muy atrayentes e inspiradoras concepciones de Gilles Deleuze.

2004 Comenzó a darse un retorno a Rogers, específicamente en lo teórico desde una relectura de Terapia, personalidad y relaciones interpersonales (1959) y El Camino del Ser (1980).

Antes de seguir creo que es importante resaltar que en este ejercicio de retrospectiva debo dejar de lado infinidad de sucesos que influyeron en mis reconfiguraciones, esta es como una versión arbitraria de ese pasado, la que puedo reconstruir brevemente en este momento.

2004 También en este año tuve una relectura de Castaneda, especialmente los primeros cuatro libros, que aunque no son de Terapia, influían en mi visión de quienes somos, qué es la Realidad y la pregunta por el sentido de vivir.

2004 En este año escribí un primer texto lo más libre posible de referencias teóricas, acerca de mi orientación en psicoterapia: Encuentro en la presencia. Y un segundo proceso me llevó a la composición de: La atención amorosa. Ambos textos de una página. Y ambos eran como cartas de invitación a la terapia conmigo.

Octubre de 2004. El primer encuentro nacional del Enfoque Centrado en la Persona. El encuentro con Claudio Rud, y mi primera lectura de su libro. De aquel evento se fue desplegando un importante aunque todavía inestable insight sobre mi relación con Rogers y el enfoque centrado en la persona, el de no sentirme continuador o practicante de esa orientación, el de sentir una alta simpatía por su concepción y por los sucesos de comunicación y encuentro asociados a ese enfoque, pero el fuerte deseo de ahondar y comprender lo que ocurre conmigo en terapia, y el desarrollo o afirmación más consistente posible de la orientación que es en mí o en los encuentros en mi oficio como terapeuta.
Me doy cuenta que esta "diferenciación" aún es un cuestionamiento relevante en mi teorización, y también en mi posicionamiento en el campo de la psicoterapia.
Siento que mi orientación puede llegar a ser comprendida especialmente por aquellos que son cercanos o semejantes a una visión como la del acercamiento centrado en la persona, pero al mismo tiempo mi visión de qué somos, del telos de la terapia, de lo Germinal y del paso de encuentro a diálogo pueden estar muy alejadas de la cosmovisión de Rogers y que siguen muchos de sus seguidores. Por ejemplo yo siento que llegado el momento Claudio Rud podría comprender mucho lo que estoy viendo y pensando, pero yo lo veo a él como una gran excepción dentro del ACP.
Creo que este es un tema importante en mi tiempo relativo a la filosofia de la orientación, y es que no se bien cómo ni con quien hablar de mi concepción. El blog es un intento. Me siento andando muy en solitario en este proceso.

Continuando con la retrospectiva en 2006 fuí a Casabierta en Buenos Aires y en ese tiempo se abrió un silencio en como nombrar conceptualmente mi orientación. Ese silencio vino a cambiar hasta hace unos meses. Creo que en mayo de este año 2008 fue cuando apareció el concepto de Germinal y el reconocer en él un concepto nuclear y definitivo de mi orientación actual.

Siento que ya me he extendido mucho y mi energía está disminuida para continuar. Pienso que aquí está lo clave y que ne relación a mi orientación puedo decir, muy en breve, lo siguiente:
Mi orientación actual llamada Germinal propone una terapia como un evento de diálogo entre dos personas (entendidas como multiplicidades) relativo especialmente (y no únicamente) a unos fenómenos denominados germinales, que se entienden como aconteciimientos en curso, en realización, en devenir.
Lo terapéutico se entiende como experiencia de alivio psíquico, empoderamiento psíquico y cultivo de una visión holística de lo que nos sucede (que en pocas palabras consiste en reconocer que cada suceso es debido al Todo y que el Todo se refleja en casa suceso).

Fabio Moreno

viernes, 17 de octubre de 2008

Reflexiones sobre la Orientación Germinal

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La orientación germinal es una manera de comprender y asistir a la terapia.
Orientación germinal intenta nombrar un rango de una serie siempre más amplia de lo que ocurre en mi práctica, en los encuentros a los que asisto como terapeuta.

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Durante mucho tiempo he visto las sesiones como encuentros, en la actualidad considero que el concepto de diálogo puede ser más apropiado, aunque los encuentros ocurren también con frecuencia.

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Entiendo terapia o terapéutico como alivio psíquico, como empoderamiento psíquico y mayor mentalidad holística, esto significa captar la complejidad e inclusividad del Todo en cada fenómeno y proceso, y como cada fenómeno o proceso expresan el Todo.

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Cuando intento pensar de la forma ¿a qué preguntas responde mi forma actual? ¿a qué necesidades? Pienso que en la Terapia mi deseo es:
Escuchar la experiencia interior de la persona.
Afirmar con ella lo verdadero de lo que ocurre.
Lo verdadero sería expresar al máximo la experiencia interior de lo que ocurre, y leída de la forma más sinóptica e incluyente posible, al mismo tiempo y por eso una lectura crítica, por ejemplo crítica de la causalidad y de la finalidad.

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¿A qué ha respondido mi interés por Rogers y al acercamiento centrado en la persona?
Visto en retrospectiva creo que ha sido especialmente la afinidad con su modo de entender y vivir la relación terapéutica, por su modo atento y hondo de escuchar la experiencia de sí y la experiencia del otro.

Creo que como le he escuchado decir a Claudio Rud, el acercamiento centrado en la persona tiene mucho que ver con la pregunta ¿qué te ocurre con lo que ocurre?
Y durante mucho tiempo en mi práctica creo que esta orientación de ¿cómo estás tu con eso? ¿cómo estás tú con lo que te pasa? ha sido central y recurrente en los encuentros. Gradualmente he migrado a otro paisaje, y este interés (en lo personal) no aparece mucho en las sesiones recientes aunque cuando aparece lo sigo sintiendo como una pregunta potente. El nuevo paisaje consiste en sensibilizarme a ¿qué ocurre aquí?, ¿qué está ocurriendo?, ¿que está ocurriendo allí donde vas, allí donde estas? y ese ocurrir es un devenir actual, un tránsito, un proceso, la revelación o realización (hacerse real) paulatina de un acontecimiento, y de rizos y bucles de ese acontecimiento que se presentan en el encuentro como con una estética fractal. Esos devenires son los que nombro germinales.

En este concepto de lo germinal, para poder nombrar este paisaje, yo creo que he estado muy influido por los estudios acerca del concepto de Tiempo en Enraizando (Casabierta, 2006 ver nota sobre Casabierta), especialmente nuestras reuniones sobre lo virtual, lo real y lo actual.

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¿Porqué mi terapia es como es? “Por todo” sería la respuesta primera y más verdadera.
Hay unos antecedentes en mi infancia respecto a mi vocación o inclinación por esta actividad y estas necesidades.

Su forma actual (orientación germinal) proviene principalmente de la práctica, de los encuentros, de la experiencia.

Luego yo creo que están las lecturas, sobre psicoterapia y sobre filosofía, principalmente la de Gilles Deleuze.

Y están también las conversaciones sobre mis formulaciones, con David Londoño desde hace varios años, las de la Covisión (Casabierta 2006-2007) y ahora con Lula Vivenzi.

Nota: Casabierta es una institución con sede en Buenos Aires, dedicada a la asistencia e investigación basada en el acercamiento centrado en la persona de Carl Rogers y sus continuadores. Asistí a cursos y encuentros en Casabierta desde marzo de 2006 hasta diciembre de 2007.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Creatividad y experiencia interior

El siguiente fragmento proviene del libro Las siete leyes del Caos. Original en ingles: Seven Life Lessons of Chaos. Timeless Wisdom from de Science of Change.
Lo leí hace unos días y siento que es muy semejante al aspecto de la orientación germinal relacionado a la Experiencia Interior, al interés en atender a ella y adentrarnos en lo que ocurre ahí.

“La creatividad no es sólo lo que se manifiesta en los campos creativos reconocidos tradicionalmente; es lo que también sucede en nuestros pequeños o grandes momentos de empatía y transformación, los momentos en los que entramos en contacto con nuestra auténtica experiencia individual, y por lo tanto universal, de la verdad.

[…] A pesar de ello, la mayoría de nosotros no nos sentimos creativos y bloqueamos con persistencia el libre curso de la acción de la creatividad en gran parte de nuestras vidas. La perdemos a causa de nuestra obsesión por el poder y el control; de nuestro miedo a los errores; por el férreo control de nuestros egos; por el fetiche de la comodidad; por nuestra continua persecución del placer reiterativo o simplemente estimulante; por el hecho de reducir nuestras vidas al estrecho marco de lo que piensen los demás; por nuestra adhesión a la aparente seguridad de los órdenes cerrados, y por nuestra arraigadísima creencia de que lo individual existe sólo en irreductible oposición a los demás y al mundo “exterior” al yo.

La teoría del caos nos enseña que cuando nuestra perspectiva psicológica cambia –mediante momentos de amplificación y bifurcación - , nuestros grados de libertad se expanden y experimentamos la verdad y el ser: entonces somos creativos, y allí se revela nuestro verdadero yo.

El “yo”, al que la sociedad posmoderna ha consagrado como único centro de la realidad, es esencialmente una construcción social – una serie de categorías, nombres, descripciones, máscaras, acontecimientos y experiencias-, una compleja sucesión de abstracciones que cambian continuamente. Penetrando en el caos de estas abstracciones, entramos en contacto con ese lugar mágico donde el yo es también el no yo, o, si se prefiere, el yo caótico, y más grande, del mundo”. (p. 38)


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Como en el fragamento se ha hecho uso del concepto de verdad, creo necesario incluir otra cita en la que se expresa como se entiende "verdad" en dicho texto.


“Aquí la palabra “verdad” no significa algo absoluto (esta verdad es LA verdad) o relativo (tu tienes tu verdad y yo tengo la mía). La verdad es, por el contrario, algo que se vive en el momento y que expresa nuestra vinculación individual con el todo”. (p. 28)


Referencia

John Briggs y F. David Peat (1999)
Las siete leyes del Caos. Las ventajas de una vida caótica.
Título en inglés: Seven Life Lessons of Chaos. Timeless Wisdom from de Science of Change.
Barcelona: Grijalbo, 1999.

jueves, 25 de septiembre de 2008

La visibilidad de la orientación germinal

Cuando ponemos atención en lo germinal estamos componiéndonos una imagen más incluyente del presente que transcurre. Hay infinitas miradas que pueden tenerse de los hechos, cómo los podemos juzgar, cómo los podemos ordenar en una secuencia o en un patrón. La mirada de lo germinal es una entre ese infinito de canales, de planes de composición.

Revisemos dos visibilidades (la del pasado y la del sentido) que caracterizan a otras orientaciones en terapia y algunas razones para considerar que es deseable una visibilidad alternativa. Luego veamos algunas implicaciones de la visibilidad de la orientación germinal.

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Cuando miramos al pasado, estamos de hecho en el presente mirando y analizando recuerdos que son en el presente aunque estén “referidos” a un pasado, en otras palabras, estamos hablando del presente pero no lo afirmamos como tal, decimos que es otra cosa, que es “lo pasado”. Descontando el caso de una regresión, al hablar del pasado no estamos viajando al pasado, sino que estamos captando en nuestra memoria los recuerdos de experiencias, y también las valoraciones y juicios de esas experiencias.

Fijar nuestro foco en el pasado supone que esos hechos “anteriores” nos darán la explicación o el sentido de lo que vivimos, si no la eventual solución de lo que nos pasa ahora.

Hay algunas razones por las que podamos considerar otra alternativa para entendernos y entender lo que ocurre en la actualidad. Cuando ocurrieron los hechos del pasado no ocurrieron para que hoy fuera como es, puede decirse que ocurrieron sin un fín, ocurrieron porque era lo que necesariamente podía suceder en aquellos momentos. Otra razón es que el pasado no justifica el presente, esto lo decimos desde los hechos mismos, porque una persona puede actuar en nombre del pasado, pero la Naturaleza no es así, la Vida no se justifica para ser, sólo es, sólo va siendo.

Esto mismo nos conduce a un cuestionamiento de la vía del sentido, de la lectura de lo que nos ocurre bajo la postura del sentido. Consideremos dos razones también para cuestionar esta postura. La primera razón es que el precepto de que lo que ocurre ahora es con una finalidad [conduce a algo, es por algo], nos conduce a valorar lo que ocurre como un medio para otra cosa. De nuevo, es necesario aclarar que para una persona sus actos o realizaciones de hoy pueden ser los medios para obtener otra cosa, o alcanzar una meta, pero desde el punto de vista de los hechos, las cosas son todo lo que pueden ser, ni más ni menos y el mundo no se dirige a un destino predeterminado, sino al que momento a momento va gestándose. Otra razón para desplazarnos de esta postura es la sobrestimación que damos a nuestra voluntad y a nuestro comportamiento como causas o desencadenantes de lo que ocurre y de lo que ocurrirá. Para una visibilidad más lúcida es necesario recordar la infinidad de factores que influyen en cada cosa que pasa, y en otro nivel pensar en el conocido efecto Mariposa, y más aún en la Inmanencia, es decir, en la unidad que somos con todo lo es.

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La visibilidad de lo Germinal tiene dos implicaciones importantes:
La experiencia interior
El devenir entre advenimiento – actualidad

La lectura de germinales se basa principalmente en la escucha atenta de la experiencia interior, afectada, inspirada, padeciente, atravesada por, vehículo de la ocurrencia de transiciones y procesos que llamamos germinales. De hecho, un aspecto de lo germinal es que se trata de algo que le sucede a esta subjetividad, a este mundo que es la persona. Así que al despejar un germinal se afirma continuamente esta experiencia interior, esta multiplicidad de sensaciones y estados que es cada uno, y la verdad de la existencia y de la perspectiva. Es afirmación continua de la vida que es cada uno.

El germinal ocurre en un devenir que involucra lo porvenir y lo que se está realizando (lo que se está haciendo realidad, hecho, acontecimiento). Involucra algo que podemos entender como advenimiento, como un destino virtual de las cosas que ocurren, e involucra también - al mismo tiempo - la sensación y evidencia de lo que acontece, de lo perceptible. Y un germinal es ambos simultáneamente, así que es como un flujo que está en ambos sectores de la realidad. Cuando ese flujo sólo se despliega en lo Actual podemos llamarlo más bien un “terminal”, y el agotamiento de un flujo puede llamarse entonces “lo pasado”.

La alternativa de la orientación germinal no pretende ser la mejor opción, sino una opción que se presenta y plantea a quienes encontremos en ese territorio la potencia de la vida, de su multiplicidad, de su libertad y que nos recuerde que somos eso, somos continuamente expresión de la Vida.

sábado, 30 de agosto de 2008

La Terapia y la Intimidad

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La terapia y lo terapéutico son nombres de muchos conceptos.
- mejoramiento en la adaptación
- recibir amor
- poder amar y trabajar mejor
- creación de una nueva y más satisfactoria realidad
- resolución de un problema anímico o emocional
- empoderamiento de la persona
- volverse más plural, más creativo

También se llama terapia a un escenario, a la relación terapeuta-consultante, o a la serie de sesiones o al tratamiento.

A continuación voy a exponer qué entiendo en la actualidad por terapia, o más bien qué ocurre cuando ocurre terapia.


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Lo terapéutico es cuidado atento a algo que ocurre. Es presencia, es permanencia sensible, vulnerabilidad, comprensión, mutualidad. La intimidad es un aspecto clave de este modo de ser de lo terapéutico. La intimidad como contacto de la interioridad, mutuo abrigo, atención, sensibilidad, vulnerabilidad con despojo, confianza, afirmación del corazón.

La intimidad puede ocurrir en la intemperie pero la asocio más a lo cubierto, a una cueva, siempre una cueva, un nido, un refugio. La noche es un cielo que nos cubre, las nubes de la tormenta, la lluvia, el otoño que nos recoge, nos adentra, las cobijas son factores de intimidad. La penumbra más que la luz, lo oscuro aún más que la penumbra. Una cocina, un fogón.


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Un cambio del orden de la psique, de las relaciones interpersonales, del ser, no lo considero siempre terapéutico, mejor dicho, es propicio para que ocurra lo terapéutico pero no define la terapia. Puede ser una experiencia de gozo, de alivio en saber lo nuevo, lo verdadero o la alegría de aprender, de poder ser, y esto no define lo terapéutico.

Ciertas sensaciones o actitudes caracterizan la terapia como intimidad:
mi corazón puede dialogar con lo que ocurre.
cuando no tengo afán en informarme.
cuando admiro los detalles.
cuando estoy sensible a la multiplicidad que se abre en el otro
cuando puedo ser espontáneo con esa persona.
cuando sentimos que tenemos tiempo para estar.
cuando nuestras intervenciones danzan.
cuando podemos estar presentes y juntos en silencio.
cuando hay poco o nada en medio de nuestro diálogo.
cuando no hay temas esperando en mi mente, cuando no hay presente algo pendiente.
cuando podemos respetar la "realidad" por la que atraviesa la persona.


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Es típico que una persona se acerque a la terapia con el mito de hallarse frente al experto o maestro o curandero o autoridad (esto debe ser un arquetipo antiguo y muy reforzado aún por la medicina, los directores espirituales de iglesias, y toda la gama de gurus, expertos o "profesionales" de la ayuda).
En el caso de la orientación germinal ocurre terapia cuando nos entendemos como una pequeña comunidad que intenta discernir lo germinal;
cuando la persona está despertando más a su sabiduría que al conocimiento/ignorancia de un terapeuta.

martes, 19 de agosto de 2008

Grupo Germinal

En este texto se presenta una primera descripción de un espacio de grupo terapéutico desde la orientación germinal. Está inspirada en una primera serie de experiencias que hemos estado teniendo en mi casa durante los anteriores dos meses.

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Un grupo germinal es un espacio de encuentro, de atención mutua, orientado al despeje de ciertos fenómenos llamados germinales, de los que ya hemos tratado en algunos textos previos en este blog.

Tenemos un plan habitual, una dinámica base de la sesión que consiste en lo siguiente: Al inicio tenemos un breve diálogo sobre qué es un germinal y qué vamos a hacer esa sesión. En un siguiente momento dos o tres personas solicitan un “turno” para despejar sus germinales. A continuación una de estas personas comienza a describir su germinal y los demás acompañan su intervención principalmente con su escucha. La orientación de esta escucha es promover el despeje del germinal en cuestión. La escucha está alejada de “responder” al relato que va haciendo la persona, a lo que ella está diciendo o siendo, alejada de dar soluciones, prescripciones o consejos, y, claro está, de prejuzgar. Hay un llamado más a realizar preguntas que aclaren o expandan la experiencia del germinal que está transmitiendo la persona, o lo que le está ocurriendo ahí al hablar de su germinal, así como el discernimiento del grupo acerca del germinal, por eso también pueden suceder expresiones de germinales de lo que surge en cada uno de los asistentes al estar ahí.

A esta dinámica base le hemos hecho variaciones en algunas sesiones, con algún ejercicio que nos ha permitido acercarnos a los germinales por una vía alternativa y facilitadota.

El acercamiento a los germinales es típicamente inconcluso y se espera más que el trabajo quede abierto. Cuando hablamos de dos o tres turnos es porque la experiencia nos ha mostrado que el tiempo de tres horas sólo nos ha alcanzado para máximo dos discernimientos.

El proceso de la sesión de hecho queda más cortado que clausurado, se corta al límite de las tres horas aunque en ocasiones la ola energética del encuentro llega a la costa antes del tiempo estimado.

En cuanto a la frecuencia, el espacio actual ha manifestado un pulso quincenal que tiende a conservarse.

sábado, 26 de julio de 2008

¿Quién es cada uno? ¿Quiénes somos?

Este texto se refiere a mi teoría actual del self, de la identidad, de quiénes somos en nuestro mundo interior. Lo que sigue será a título a personal, y es acerca de cómo veo que soy y que son los demás.

Luego de años de vernos como nos vemos los unos a los otros, o al espejo, o en fotos, nos vamos acostumbrando a una imagen de nosotros mismos, asociada especialmente a una imagen del cuerpo físico. No he dejado de ver nuestros cuerpos físicos y no los considero ilusorios, pero creo que lo que somos es una vida interior. Una vida interior que siempre está en una exterioridad y que siempre está en un tiempo y en un lugar.

Esa vida interior es lo que somos en experiencia anímica.

Somos también un cuerpo físico, ese que nuestros sentidos nos indican que está, y que se estudia en anatomía y fisiología. Somos también un cuerpo energético, como el que nos describe la bioenergética o el yoga.

Pero prefiero referirme a quienes somos en experiencia. Gracias a tu cuerpo físico tu puedes leer este texto pero cuando digo “quién eres tú” me refiero a ese ser que lee, que está sintiendo con lo que lee, qué sigue leyendo, que imagina cosas con lo que lee.

Aquí es probable que nos parezca estar hablando del Yo, tanto en un concepto de Yo como el de la filosofía védica o budista, o como el Yo del psicoanálisis. Un Yo referido a la consciencia.

En cambio yo me refiero a otro ser. Ese que eres ahora, no sólo tu yo consciente, sino también ese cuerpo que eres ahora, ese que se corporaliza en tu cuerpo ahora. Por eso sería más apropiado decir “la entidad que eres”, pero eso no suena bien. Otra opción sería “la personalidad o el personaje que eres ahora” pero es que esos también tienen un matiz muy cognitivo y quiero decir algo entero que es cuerpo, que es modo de vibrar, de hacerse presente aquí. "Personaje" se acerca pero también tiene el matiz de lo inauténtico, de fingir, de actuar en sentido actoral, aunque en ciertas escuelas de actuación se habla de que el verdadero actor renace otro, renace ese ser de la obra, que no lo representa sino que lo recrea, lo realiza.

Considero que lo anterior es extraño y confuso, que no logro ponerlo claro en palabras. Lo que sigue traerá más confusión. Ese ser del que hablo que somos es múltiple. A cada momento somos varios, somos una manada, una fauna interior. Lo que pasa es que uno de los animales de la manada toma en cada momento mayor prevalencia en el cuerpo, pero todos se están expresando porque todos están ahí.

No acompañaré estas afirmaciones de pruebas, mi animo se limita aquí a exponer mi imagen actual de aquello que somos, aunque también espero sonar verosímil o al menos interesante.
Para algunos consultantes y amigos con los que he compartido esta visión ha resultado al mismo tiempo graciosa y apropiada para expresar ciertas experiencias, ciertos sentimientos y comportamientos que vivimos. No con todos he tenido la confianza de expresar esta visión.

viernes, 11 de julio de 2008

Propósito en la Terapia Germinal

El modo generalizadi de vida de la ciudad se manifiesta, también, en el modo en que la mayoría de personas entienden un servicio como la psicoterapia. Se va al psicólogo para que nos diga qué hacer frente a una situación problemática, que tendría que ver especialmente con lo anímico, emocional o mental.

El sentido más popular, más común, considera que:

"El psicólogo está en capacidad de hacer un diagnóstico de mi, de interpretarme, de analizarme y decirme qué tengo y qué debo hacer".

"Yo le pago para que me diga la solución, para que me diga una manera eficaz para resolver mi problema, o para que me haga algo que me mejore".

Y esa solución debe ser pronta y lo más económica posible.
También se considera que, de antemano, la Psicología o el psicólogo deben conocer de qué se trata lo que tengo o la situación por la que estoy pasando, y deben saber las pautas apropiadas para "superarlo".

Estas creencias se ven reforzadas por una extensa serie de profesionales, y publicaciones escritas, que se corresponden muy bien con estas expectativas, y que precisamente plantean infinidad de tácticas y estrategias para todas las vicisitudes de la persona común y corriente, y también las soluciones y respuestas para corregir el comportamiento anormal, las ideas irracionales, etc.

En contraste a estas ofertas existe otra serie de terapias que se comprometen con otro tipo de trabajo y con objetivos diferentes. Existen, por ejemplo, terapias que nos invitan a participar en un tipo de conversación tendiente a crear nuevas realidades a través de modos alternativos de narración de nuestras historias personales y relacionales. Otros enfoques plantean un encuentro persona a persona como modo de enfrentar y ser acompañado en lo que nos pasa. Otros profesionales nos interrogarán más bien por el sentido de lo que nos pasa y el sentido que damos a nuestra existencia. La propuesta de otros es el análisis de lo inconsciente en nosotros y de nuestra historia de desarrollo psíquico.

¿Qué distingue a la terapia germinal en este sentido?
Afirmar la verdad que transcurre. Entrar en un contacto más entero y sincero con nuestro modo de ser y de vivir hoy.

Con frecuencia el consultante ya sabe qué le pasa pero no puede decirlo, nombrarlo. En otros casos lo que sucede es que no comprende lo que le pasa. La orientación germinal consiste es afirmar lo más plenamente posible lo que nos ocurre, maximizar nuestra potencia de expresión.

Somos seres pero tambien podemos vernos como maneras de ser, ramilletes de maneras de ser, la orientación germinal nos pone en contacto más honesto, transparente con esas maneras de ser que somos y en las que también estamos envueltos como la manera de ser de la relación de pareja en que estamos, la manera de ser de la casa y la familia que habitamos, la manera de ser del colegio, de la facultad o de la oficina donde estamos cotidianamente, etc.

Si lo trae a terapia un problema o una situación que deseamos que se suspenda o que cambie, planteamos (antes que una respuesta o solución) una relación consistente con dicha cuestión. Nos hacemos este tipo de preguntas: ¿qué es todo lo que nos pasa con eso que se ha convertido en motivo de insatisfacción, dolor, angustia?; ¿qué nos corresponde a cada uno de su surgimiento, de su generación y de su prevalencia?; y ¿qué nos implica su trasnformación o su desaparición, cómo nos afecta la pérdida de eso?

*
Estas pautas hacen de la orientación germinal una terapia excéntrica para el sentido común. Considero que esta modo de presentarse lo terapéutico corresponde sólo con algunas personas o más bien con ciertos tiempos o situaciones de vida por las que pasamos, así como en otros momentos corresponde más otro tipo de acción, visión o trabajo.

sábado, 5 de julio de 2008

Atención a lo germinal

1
Lo Germinal tiene que ver con lo que está brotando en algo, con la nueva forma que está tomando algo o alguien.
Lo Germinal es lo que está sucediendo en un lugar, fenómeno, sistema, organismo, persona. Lo que se está actualizando, o más bien, la actualización de algo.

Lo Germinal ocurre en el Presente pero tiene también la virtualidad del advenimiento.



2
La forma de estar en contacto con lo germinal es siempre única, excepcional, singular. Cada germinación implica un método propio de revelación, y el que intenta saber es -desde siempre- de eso que brota, es en eso que brota.
Podemos vernos como parte de eso que germina pero no en todos los casos somos lo mismo que germina. Hay germinaciones en nosotros que no nos atraviesan por completo, otras que si, otras nos envuelven, nos sobrepasan.

En terapia me interesan tanto los acontecimientos que vienen ocurriendo en la vida del consultante, “afuera” de la sesión, como también y especialmente los que ocurren en el encuentro. Lo germinal al estar ahí reunidos.


3
Lo Germinal podría asociarse al estar en el Aquí y en el Ahora de la filosofía existencial, pero no es lo mismo.

Para mi el [Now] es instante. [Aquí] es el momento presente, es consciencia del momento en que estoy, atención al ahora.

Lo Germinal en cambio es, más bien, un discernimiento. Lo germinal no excluye lo racional, la abstracción, ni lo emocional, ni lo intuitivo. Hablo de una entereza en el discernimiento. Lo germinal se lee.
Lo Germinal no es “ahora esto…” sino “mientras estamos aquí esta pasando que…”
Es advenimiento. Es “devenir”. En la lectura de lo germinal hay un nombrar (con palabras o con otro lenguaje) lo que brota, lo que de lo virtual se vuelve actual y es en mí, en nosotros.
No es nada más ser con lo que hay, lo que ya en sí es muy positivo pero distinto al campo del discernimiento de lo germinal. Es afirmación del ser naciente al que atendemos (care), al que estamos orientando nuestra atención y presencia.

la aparición de lo Germinal

Durante los últimos 4 años he estado trabajando en la descripción, definición, formulación o mejor composición de mi orientación en Psicoterapia.
Nombres como [encuentros en la presencia], [terapia de la atención amorosa], [terapia de la intimidad] han pasado por mis escritos acerca de lo que era más actual en eso que ocurre ahí conmigo en la psicoterapia. Mi orientación ha continuado trasnformándose. Recientemente ha surgido un núcleo diáfano: la atención a lo germinal, y este concepto de lo germinal se presenta ahora como el mejor nombre para mi orientación actual.

Me he animado entonces a abrir este espacio para ir registrando los nuevos avances en la composición de esta orientación actual, para poder compartirlos con consultantes, colegas y amigos con los que podamos informar, dialogar y criticar este planteamiento emergente.